31 Oct Cómo conviven la industria tecnológica y la regulación en el sector financiero
El rápido avance de la industria tecnológica aplicada a los servicios financieros -que mueve en torno a 12.000 millones de euros-, ha materializado que la banca de un paso más en la identificación del cliente que pasa al mundo virtual. Sin embargo, esto no sería posible sin los cambios necesarios en la regulación.
De la necesaria firma presencial del titular para iniciar cualquier transacción, hemos pasado a que sea el cliente quien lleva la sucursal bancaria en el bolsillo a través de aplicaciones de móvil o Tablet con las que opera de manera sencilla.
Desde que el SEPBLAC autorizase el procedimiento de identificación no presencial de clientes y con la adaptación al nuevo marco jurídico del reglamento europeo eIDAS en materia de Identificación Electrónica y Servicios de Confianza, las entidades han iniciado una nueva transformación tanto en la manera de iniciar la relación de negocio como en el posterior seguimiento, a la vista de que se trata de una cuestión prioritaria para el sector.
Y es que junto a las reformas legislativas, la necesidad de adaptarse a los cambios digitales, la racionalización de costes y la presión de un negocio emergente en el mercado como el fintech, han hecho que la identificación remota de clientes haya dejado de ser ciencia ficción para el sector financiero y se haya convertido en una realidad con la que trabajar en el día a día con el cliente.
Con las relaciones no presenciales reguladas y claras y específicas las características que deben cumplir los medios de identificación electrónica para ser válidos, ya no hay excusa para que el proceso de integración conocido en inglés como Customer On-boarding Process, se instale en las entidades financieras españolas.
En este proceso, según la consultora PwC, intervienen de forma significativa ocho componentes:
Además, el Customer On-boarding Process cumpliría un triple objetivo: atraer y fidelizar las relaciones con el cliente mientras éste opera de manera eficiente y efectiva; garantizar al cliente un acceso seguro a un activo tan importante como es su dinero; y que el regulador asegure el cumplimiento de las normas y reglamentos diseñados para proteger el sistema financiero.
Por ejemplo, hace unos meses, el Banco Santander anunciaba en un comunicado el lanzamiento de un servicio de identificación y contratación digital de productos desde cualquier dispositivo. Esto convierte a la entidad en pionera a la hora de ofrecer en un único proceso la identificación del cliente y la firma de contratos de forma digital en cualquier lugar y desde cualquier dispositivo.